Aires de recesión
La actual narrativa en los mercados se podría resumir así: la inflación está probando ser más persistente que lo que se esperaba, los Bancos Centrales (en particular la Reserva Federal) deberán subir la tasa de interés más y más rápido que lo proyectado hace algunos meses y esto dañaría la actividad económica induciendo una recesión. Así, la bolsa en EE.UU. ha entrado en un “mercado bajista” (es decir, una caída de más de 20% desde los máximos) y los inversionistas buscan activos refugio.
La intuición inicial es bajar el nivel de riesgo de los portafolios, sin embargo, al revisar los números nos encontramos con algunos matices.
En primer lugar, la probabilidad de recesión -según proyecciones de profesionales recabadas por la Fed- hoy se encuentra en 20%, no tan lejos de su nivel base: 17%.
Además, al examinar los retornos de la bolsa en EE.UU. desde la Segunda Guerra Mundial a la fecha en períodos recesivos, si bien existe heterogeneidad entre los eventos, vemos que en los 6 meses anteriores a una contracción económica, la bolsa – en promedio- sube 1.1%. Durante el periodo recesivo ha promediado una rentabilidad de 1.4% y en los 1, 3, 5 y 10 años siguientes a la recesión se observan retornos promedio por sobre 14% anual, bastante por sobre los números de largo plazo.
Aunque no lo podemos descartar, nadie puede predecir con certeza si estamos frente a la próxima recesión. Sin embargo, la evidencia muestra que para el inversionista de largo plazo, mantener la disciplina y un portafolio diversificado acorde a su perfil de riesgo es la mejor manera de enfrentarse a estos fenómenos.
Esta columna fue publicada originalmente en el diario La Segunda el 23-Junio-2022 [LINK]