El regreso de la renta fija
En términos financieros, los últimos años han sido muy complejos para los inversionistas de bajo riesgo a nivel local. La receta tradicional de invertir en bonos locales se transformó, poco a poco, en una montaña rusa.
La renta fija chilena siempre presentó dos grandes atributos: comportamiento de activo refugio -esto es, presentar alzas en momentos negativos de los mercados- y baja volatilidad “estructural”. Ambas características quedaron atrás desde cuando comenzaron las discusiones de retiros de las AFP. Así, el mercado de bonos pasó de tener una volatilidad de 2-3% a 5%-6%, pudiendo incluso superar el 10% a medida que se complicó el escenario político nacional.
En 2021 vimos caídas del multifondo E de las AFP (una aproximación del mercado de renta fija local) de hasta casi 20%. Sin embargo, en la medida que este tipo de políticas fueron quedando atrás, los bonos locales han hecho un retorno notable. Desde los mínimos de mediados de octubre del año anterior, el fondo E ha tenido un retorno nominal de casi 23%. Además, la volatilidad ha bajado alrededor de 3.5% respecto al año pasado. Todo lo anterior en un contexto muy complejo para el mundo de inversiones: la pandemia que no finaliza totalmente, guerra en Ucrania, alza de tasas globales e inflación mundial por sólo nombrar algunos puntos de incertidumbre en los mercados.
Sin duda son buenas noticias para los inversionistas que necesitan activos de bajo riesgo y en pesos que vuelven a tener una alternativa en los bonos locales. La renta fija chilena parece estar de vuelta.
Esta columna fue publicada originalmente en el diario La Segunda el 26-Mayo-2022 [LINK]