La supervivencia de los (digitalmente) más aptos
Por Damián Gelerstein: CEO de Abaqus
Según el último informe de PwC sobre Asset y Wealth Management, se estima que para el año 2027, una de cada seis organizaciones de gestión de activos y patrimonio existentes serán absorbidas o desaparecerán. La industria financiera se enfrenta a desafíos de gran envergadura que superan cualquier era anterior. A los temas ampliamente discutidos durante mucho tiempo, como la transformación digital, la personalización y la reducción de comisiones, se suma una nueva estructura regulatoria, la adopción de la inteligencia artificial y cambios en el comportamiento de los clientes hacia soluciones digitales.
A pesar de que el mercado chileno muestra mayores niveles de concentración y estabilidad bancaria, no está exento de estos desafíos. La Ley Fintech plantea una serie de retos para las instituciones establecidas, principalmente en dos áreas clave. En primer lugar, está la competencia, ya que la ley trae consigo cambios que permitirán la entrada de nuevos actores, los cuales probablemente serán más ágiles, contarán con infraestructura moderna y ofrecerán propuestas de valor renovadas. En segundo lugar, las instituciones tradicionales deberán construir una infraestructura tecnológica que permita la apertura e integración de los datos de los clientes. Adaptarse a estos desafíos y aprovechar las oportunidades que ofrece la apertura de datos financieros será clave para el éxito en este nuevo entorno.
La irrupción de la inteligencia artificial también requiere la atención de las instituciones financieras locales. No se trata de algo que esté ocurriendo a kilómetros de distancia en instituciones líderes en tecnología, sino que ya está sucediendo en Chile. Esto trae consigo una serie de oportunidades para aquellos que se adapten rápidamente, pero puede ser un golpe importante para quienes queden rezagados. Si bien estos procesos deben ser abordados con cuidado, si se utilizan correctamente, pueden aumentar significativamente la eficiencia operativa al automatizar tareas repetitivas. Además, el uso adecuado de la inteligencia artificial puede mejorar de manera sustantiva la interacción y gestión de los clientes finales.
Dado que la oferta digital de productos y plataformas aún se encuentra subdesarrollada en la región, es de suma importancia que los administradores de patrimonio y activos actualicen su oferta para la próxima década. Creemos que tener el control de la experiencia del cliente será tan importante como contar con productos de calidad en un futuro cercano. Los avances tecnológicos y la disponibilidad de datos, así como la apertura financiera, brindan nuevas oportunidades para crear una oferta verdaderamente personalizada para cada cliente, al igual que ocurre con Netflix o Spotify.
Para todo lo anterior, es fundamental que las instituciones financieras tradicionales cambien la mentalidad y se den cuenta, que deben convertirse en empresas de tecnología si quieren sobrevivir las próximas décadas.
Damián Gelerstein
Socio fundador y CEO de Abaqus
Esta columna fue publicada originalmente en El Mercurio Inversiones [LINK] el 19-07-2023