Lanzar una moneda
El 2022 fue un año para el olvido. No sólo por la caída de ~20% en las bolsas sino también por la corrección de dos dígitos en el mercado de renta fija. Pero esto es sólo la rentabilidad de los índices de referencia. Pese a que en los últimos 20 años hemos visto un crecimiento exponencial en la “inversión pasiva”, específicamente en la industria de ETFs (fondos que transan en la bolsa, siguen a los índices de referencia y tienen muy bajos costos), los fondos mutuos “activos” siguen siendo una alternativa muy utilizada, especialmente entre inversionistas latinoamericanos.
En el último reporte de S&P que analiza el desempeño de los fondos mutuos contra sus benchmark vemos que, en EE.UU., tan sólo el 49% de estos logró superar al S&P500 en 2022. Si extendemos la revisión a 3, 5 y 20 años los ganadores se reducen a 26%, 13.5% y 5.3% respectivamente.
Algunos dicen que los fondos mutuos deben usarse para otros mercados, menos profundos, pero los números reflejan lo contrario. En Europa, más del 91% estuvo debajo del índice mientras que en Brasil y Chile 76% y 80%, todo a 5 años.
La inversión pasiva llegó para quedarse y el año pasado fue otra muestra de que si apostamos por los fondos, nuestras probabilidades no son mejores que lanzar una moneda.
Esta columna fue publicada originalmente en La Segunda [LINK]