¿Más importante que la FED?
Los mercados no dan tregua. Luego de un promisorio inicio de octubre, nuevamente estamos en mínimos del año. En un contexto de múltiples focos de volatilidad, existe un tema que parece llevarse las miradas por sobre todos los otros: el alza de tasas de la Fed.
Tiene sentido. Al subir la tasa de referencia, se incrementa la tasa de descuento de los activos y por ende -dejando todo lo demás constante- cae su valor. Sin embargo, al hacer una revisión histórica de los años calendario donde la Reserva Federal subió las tasas vs. cuando existió una reducción en ellas, vemos que los retornos desde 1928 a la fecha no son muy distintos: 9.7% vs. 9.6% respectivamente. ¿Existe otro factor que pueda ser quizás más relevante?
Al evaluar el mismo periodo y comparar la rentabilidad promedio de la bolsa en años donde la inflación iba al alza (+5.5%) con los periodos donde la variación de precios se desaceleró (+14.7%) vemos que la diferencia es mucho más importante.
De ninguna manera podemos concluir a partir de esto que el movimiento de las tasas es irrelevante para los activos financieros, pero quizás una inflación que comienza a ceder a nivel global sean mejores noticias de lo que pensamos.