Transcurridos casi 5 meses de 2023, éste se avizora como un año positivo para los mercados financieros, aunque no exento de volatilidad. En este contexto, un tipo de inversión se posiciona como muy atractiva: los depósitos a plazo.
Luego del ciclo de alza de tasas por parte del Banco Central, estos instrumentos pueden alcanzar retornos sobre 12% anual hacia adelante, algo típicamente reservado para inversiones de riesgo.
Sin embargo, en escenarios de elevadas tasas de referencia, por construcción, el retorno exigido para activos de riesgo (acciones y bonos) aumenta también. Es la única manera de que alguien esté dispuesto a poner a trabajar su capital.
Así, las bolsas internacionales presentan retornos de entre 8% y 10% en dólares y el IPSA supera al 6% en pesos. Algo más débil es la renta fija que presenta alzas de entre 1% y 2.5% en dólares mientras que en Chile llega sólo a 1% nominal. Esto antes de alcanzar la mitad del año.
Así, de la misma manera que alguien se prepara de distinta manera para una carrera de 100 metros o una maratón (velocidad, alimentación, etc.), el llamado es a no perder de vista qué tipo de problema se quiere solucionar al invertir. Puede ser que en pos de ganar los primeros metros, se quede a mitad de camino de los 42 kilómetros.

Esta columna fue publicada originalmente en La Segunda [LINK]